El trabajo en oficina puede afectar nuestra salud física, ya que muchas veces pasamos largas horas frente al escritorio sin movernos. Mantenerse activo durante la jornada laboral es esencial para evitar problemas como el dolor de espalda, el cansancio y el aumento de peso. Aquí tienes algunos consejos prácticos respaldados por expertos en salud.

1. Realiza microejercicios en tu lugar de trabajo: Levántate y haz estiramientos simples cada hora. Según un estudio de la Universidad de Queensland, esto ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares asociadas al sedentarismo.

2. Usa una alarma para recordarte que debes moverte: Configura recordatorios cada hora en tu computadora o celular para levantarte y caminar, aunque solo sea por unos minutos. Caminar ayuda a reactivar la circulación y a oxigenar el cerebro, lo cual es beneficioso para la concentración y la productividad.

3. Prueba con una pelota de ejercicio o una silla ergonómica: Estudios del British Journal of Sports Medicine señalan que sentarse en una pelota de estabilidad fortalece los músculos del núcleo abdominal, lo que ayuda a mejorar la postura y reduce el dolor de espalda.

4. Haz ejercicios de resistencia con objetos de escritorio: Si no puedes ir al gimnasio, aprovecha las botellas de agua o tus libros como pesas. Ejercitar los brazos y las piernas, aunque sea con poco peso, ayuda a activar los músculos y a mantenerte en movimiento.

5. Camina mientras hablas por teléfono: Si tienes una llamada, intenta hacerla de pie o caminando. Un estudio de la Universidad de Texas encontró que las personas que caminan mientras trabajan tienen una mayor sensación de bienestar y un mejor estado de ánimo.

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